Última caricatura dibujada
Cuando a un dibujante de retratos la Guardia Urbana
le prohíbe usar la simpatía, la gracia o el humor en su interacción con el
público, y le obliga a hacer los retratos “como fotos” porque
de lo contrario le retirará su licencia para trabajar en la calle, se le está sometiendo
una tortura psicológica de gran crueldad.
No es de extrañar que Albert Tarragó disfrutara
tanto con este encargo online, después de 2 meses dibujando bajo vigilancia policial.
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